Las primeras Ducati Scrambler estuvieron en producción entre 1962 y 1975. Cuarenta años después, la Scrambler resurgió en la gama de Ducati. La motocicleta mantenía el concepto original, pero se actualizaba en los aspectos técnicos y contaba con modernas tecnologías. Los diseñadores querían evocar a las predecesoras y la renacida Scrambler de 2015 contaba con muchos detalles que las recordaban y la inscripción “Born in 1962” (nacida en 1962) en el tapón del depósito. La Scrambler 2015 tenía una fuerte personalidad, con una mezcla bastante equilibrada de pasado y presente. Gracias a su facilidad de conducción y numerosas personalizaciones, pronto se convirtió en un icono para los aficionados.
En verano de 2023 Ducati renovaba la gama Scrambler 800 y las denominaba Next-Gen. Ahora la gama se compone de tres variantes: Icon, Full (Zrodell) Throttle y Nightshift. El objetivo de esta actualización era acercar el modelo a los usuarios urbanos que buscan una moto ligera, ágil y fácil de conducir para un uso diario, pero que no quieren renunciar a la diversión, las prestaciones y tampoco a las nuevas tecnologías. La Scrambler 800 Nightshift es la que tiene un estilo más clásico dentro de la oferta Scrambler de la marca italiana. El faro con tecnología LED y una “X” le otorgan mucha personalidad a la moto.
El motor es de dos cilindros en “L” y ofrece una potencia máxima de 73 CV. No ha cambiado en su arquitectura y mantiene la cifra de potencia máxima, que se alcanza a 8.250 rpm. Cuenta con la exclusiva distribución Desmodromica, 2 válvulas por cilindro y está refrigerado por aire. Un cambio clave en el L-twin de 803 cc. ha sido la adopción de un acelerador electrónico. Esta tecnología ha permitido a la Scrambler contar con el control de tracción y ofrecer dos modos de conducción, denominados Road de carretera y Sport. Cada modo incorpora su propio mapa de aceleración y ajustes del control de tracción.
En esta moto llama la atención la ausencia de guardabarros trasero y el diseño minimalista del silencioso del escape. Estos detalles favorecen la estética, pero son poco prácticos. Cuando llueve o circulamos por una zona con barro el asiento y la espalda del conductor se manchan mucho. Por otro lado, la salida del escape está muy cerca de la estribera del pasajero y despide mucho calor, lo que resulta incómodo. El consumo medio en la prueba ha sido de 4,4 litros/100 km. En conducción dinámica puede subir hasta los 5,5 o 6 litros/100 km.
El chasis sigue siendo una estructura tubular fabricada en acero, pero se ha rediseñado. De la suspensión delantera se encarga una horquilla telescópica invertida de la marca Kayaba, con barras de 41 mm de diámetro. En la parte trasera, se ha desarrollado un nuevo basculante y el amortiguador trasero, que estaba desplazado hacia el lado izquierdo, se ha cambiado a una posición más centrada. Este amortiguador también es de la marca Kayaba y es regulable en precarga. El sistema antibloqueo de frenos es de Bosch y funciona en curvas lo que reduce el riesgo en frenadas de emergencia cuando la moto está inclinada.
Al tener un asiento bajo y plano es bastante cómodo subir y bajar de la moto. El problema es que resbala mucho y esto provoca una cierta sensación de inseguridad. El cuadro de instrumentos es una pantalla TFT de 4,3 pulgadas que está montada de forma que tiene un aspecto entre clásico y moderno. Tiene conexión con el sistema multimedia Ducati. De serie solo se cuenta con pata de cabra para aparcar la moto.
La Scrambler 800 Nightshift pesa 4 kg menos que la anterior generación, gracias al nuevo bastidor, nuevo basculante y propulsor más ligero. Su mayor ligereza aumenta la agilidad en carretera y resulta muy fácil meterla en las curvas. Es muy divertida en zonas de curvas enlazadas, con un motor que se encuentra cómodo en la zona alta del cuentavueltas. A muy bajas revoluciones no va tan redondo y puede llegar a tironear. La potencia disponible es suficiente para el planteamiento de la moto y si el conductor se lo propone puede circular muy rápido. El pasajero no cuenta con unas asas para sujetarse, lo que unido al resbaladizo asiento hace que no sea una moto cómoda para los acompañantes. En ciudad se desenvuelve con agilidad, aunque el manillar con los espejos en los extremos es ancho y hay que controlar por donde podemos pasar. También puede abandonar el asfalto y circular por caminos en mal estado y zonas de campo no muy complicadas. En estas condiciones la Scrambler tiene más posibilidades de lo que podría parecer, pero es importante que el conductor tenga cierta experiencia. Precio: 12.615 euros Suscríbete a La 7 motor tv 👉 https://cutt.ly/CjuNeYq