La marca Royal Enfield llegó a India en 1949 y desde el año 1955, las motocicletas de Royal Enfield patrullan las fronteras de India con Pakistán y China, que están situadas en la Cordillera del Himalaya. A pesar de ello, la marca no había fabricado un modelo especialmente diseñado para circular por este tipo de terrenos hasta 2015. La primera Himalayan de Royal Enfield llegaba al mercado en 2016 y su nombre era un reconocimiento a esas montañas míticas, ya que la moto fue concebida en las mismas montañas del Himalaya.
El pasado año, Royal Enfield lanzaba una nueva Himalayan propulsada por el nuevo motor Sherpa 450 de refrigeración líquida y con una caja de cambios de 6 velocidades. Esta motocicleta ha sido desarrollada especialmente para circular sin problemas en los terrenos y condiciones meteorológicas más impredecibles a los que uno debe enfrentarse cuando recorre el Himalaya. Esta nueva Himalayan 450 supera en todos los aspectos a su predecesora, aunque mantiene su filosofía de producto.
El equipo de diseño trabajo con el criterio de dotar a la Himalayan 450 de “todo lo que se necesita y eliminar aquello que no sea necesario”. Eso se traduce en que la moto no incluye ninguna función ni detalle que no tenga un propósito concreto. Su lema es: simplicidad y eficiencia.
El Sherpa 450 es el primer motor de refrigeración líquida de Royal Enfield. Además, también es la primera vez que han integrado la tecnología Ride-by-Wire de acelerador electrónico en una sus motocicletas. El sistema de acelerador electrónico elimina el cable mecánico que conecta el acelerador con la válvula de mariposa del sistema de inyección electrónica, sustituyéndolo por un sensor de posición del acelerador que envía la señal a la Unidad de Control del Motor, también conocida por el acrónimo del inglés ECU. Esta tecnología permite un control muy preciso del flujo de aire y gasolina que entran en la cámara de combustión. Como resultado, aumenta la eficiencia del propulsor y le permite ofrecer más potencia y par de empuje. Además, se reducen las emisiones. La tecnología del acelerador electrónico permite disponer de dos modos de conducción, denominados: eco y rendimiento. En cada modo se puede seleccionar ABS conectado o ABS trasero desconectado.
La pantalla del cuadro de instrumentos permite elegir entre un diseño analógico de estilo tradicional y otro digital. Para utilizar las aplicaciones de navegación y aprovechar la conectividad con el teléfono móvil hay que poner el cuadro en modo digital. De este modo, toda la parte superior de la pantalla muestra esas informaciones. La pantalla tiene un diseño circular, con un toque retro y es fotosensible, de modo que el fondo cambia de claro a oscuro según la luminosidad ambiente.
El motor Sherpa 450 tiene una cilindrada de 452 cc. en un solo cilindro, doble árbol de levas en la culata, 4 válvulas e inyección electrónica. Proporciona una potencia máxima de 40 CV a 8.000 rpm, y un par máximo de 40 Newton·metro a 5.500 rpm. Este propulsor produce el 90 % de su par de empuje máximo a partir de 3.000 rpm. Estas cifras indican que es muy elástico y disfruta de un notable empuje a bajo y medio régimen, de modo que no hay necesidad de acelerar al máximo para sacarle partido. El cambio es de 6 marchas y el embrague, que funciona por cable, es asistido y antirrebote. La maneta tiene mucho recorrido y hay que acostumbrarse a su uso.
El peso en seco es de 181 kg y en orden de marcha sube a 196 kg. El consumo homologado por la marca es de 3,6 litros/100 km y en nuestra prueba, con solo el conductor y si carga, hemos medido 3,3 litros/100 km. Un depósito de 17 litros proporciona una autonomía en torno a los 500 km.
El chasis es de doble viga y está realizado en acero. Ha ganado en robustez y rigidez en comparación con el modelo antecesor. De la suspensión delantera se encarga una robusta horquilla de la marca japonesa Showa con barras de 43 mm de diámetro. La horquilla tiene 200 mm de recorrido. En la rueda trasera hay un basculante de doble brazo con un monoamortiguador que trabaja mediante un sistema de bieletas y también proporciona 200 mm de recorrido. De la frenada se encargan dos discos, uno por rueda. Las llantas son de radios de acero. La delantera tiene 21” de diámetro y la trasera 17” de diámetro. El asiento del conductor se puede colocar a dos alturas, 82,5 u 84,5 cm.
La posición de conducción ha mejorado en ergonomía. La moto es ahora más estrecha en la zona central, lo que facilita la conducción de pie sobre los estribos y también lo es en la zona del depósito, de modo que es más cómodo colocar las rodillas. El manillar es ancho y está en una posición elevada, aunque no trae de serie los cubremanos de protección.
La Himalayan 450 es una moto noble de reacciones y fácil de conducir. Ha sido diseñada para afrontar todo lo que se le ponga por delante y combina simplicidad, capacidad y versatilidad. Circula con soltura por entornos urbanos y semiurbanos, ofrece una destacable agilidad en zonas de curvas enlazadas y un buen aplomo a velocidades elevadas en autovía. Está preparada para abandonar el asfalto, pero no pretende aplastar el terreno por el que pasa con unos agresivos neumáticos y una superabundancia de caballos de potencia. El concepto de la Himalayan 450, según la marca, es: capaz, pero no intimidatoria. La moto combina el rendimiento con la maniobrabilidad y ofrece un destacable equilibrio a bajas velocidades, a lo que contribuye la suave respuesta del acelerador electrónico. Esto le permite circular con seguridad tanto por senderos estrechos como por el tráfico más denso del centro de las grandes ciudades.
El precio de la Himalayan 450 en color Kamet White es de 6.437 euros. En el color Kaza Brown, una combinación entre marrón y beig, el precio baja hasta los 5.887 euros.