El Volkswagen Caddy es una furgoneta que se ofrece en variantes de pasajeros como esta versión Outdoor y también en variantes de uso profesional. Esta Caddy es la variante de carrocería normal. Tiene una longitud de 4,5 metros y una altura de 1,80 m. La anchura es de 1,86 metros. Las variantes de longitud normal pueden contar con 5 o 7 plazas. Hay también unas variantes largas o Maxi, que miden 4,85 m y vienen de serie con 7 plazas.
La actual Caddy es la quinta generación del modelo y llegaba al mercado en 2021. Está desarrollada sobre la plataforma MQB del grupo alemán, que es modular y está diseñada para vehículos con motor delantero transversal. El interior ofrece una notable sensación de amplitud debido a las grandes superficies acristaladas y a la gran altura. Además tiene muchos detalles prácticos. El acceso a las plazas traseras se realiza por medio de unas puertas correderas de apertura manual. El hueco de entrada es amplio y muy alto. El acceso por tanto es cómodo. Una vez dentro tenemos una buena distancia para las rodillas y una enorme altura disponible para la cabeza. Una de las diferencias prácticas más destacables entre la Caddy y algunos de sus competidores está en la segunda fila de asientos y tercera en caso de contar con ella. En la furgoneta de Volkswagen, los asientos son plegables y además extraíbles. Esta capacidad de sacar los asientos y dejarlos en el garaje para disponer de una gran plataforma plana de carga no la comparten algunos de sus principales competidores, que solo permiten el plegado de los asientos. Las plazas traseras son muy amplias, con el asiento central más ancho de lo habitual, pero las ventanillas son fijas. Cuentan con salidas de aire orientables del climatizador y hay dos tomas USB de las modernas tipo C. Un poco más abajo en la consola hay una toma de corriente con tapa.
El motor es un turbodiésel de 2 litros de cilindrada, con 4 cilindros en línea y 4 válvulas por cilindro, que proporciona una potencia máxima de 122 CV. Es un propulsor que destaca por su elasticidad. La caja de cambios es automática de doble embrague, que en Volkswagen denominan DSG, con 7 marchas. Con un peso de 1.740 kg, la Caddy probada puede acelerar de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos y alcanzar los 186 km/h. Son unas cifras correctas para un vehículo de este enfoque, aunque para la potencia disponible se queda un poco corto en aceleración. El consumo combinado homologado por VW es de 5,6 litros/100 km. En nuestra prueba, con bastante autovía y ritmos dinámicos, el consumo medio fue de 6,4 litros/100 km. Buena parte de la prueba se realizó con el vehículo bastante cargado. En condiciones más favorables es fácil bajar de los 6 litros/100 km.
El portón trasero es de grandes dimensiones y permite un gran hueco para cargar con el vano de carga bastante bajo. El único problema es que al ser de tan grandes dimensiones necesitamos mucho espacio en la parte trasera para poder abrirlo. Con cinco plazas la capacidad de carga alcanza los 1.350 litros. Los asientos se pueden plegar para ganar capacidad e incluso se pueden desmontar y dejar fuera del vehículo. Con los asientos desmontados, el volumen de carga máxima hasta el techo puede alcanzar los 3.700 litros.
La pantalla del sistema de infoentretenimiento tiene 10” en la diagonal. Permite la conexión de aplicaciones con los protocolos de Android Auto y Apple CarPlay. En la consola central hay huecos para objetos y tomas USB de las modernas y simétricas, tipo C. También se dispone de climatizador dual. Materiales y acabados ofrecen un buen aspecto y parecen robustos. Sin lujos, pero tampoco con la apariencia de vehículo comercial. La sensación en el interior es de que se viaja en un turismo de mucha amplitud. Podríamos decir que están al nivel de la gama intermedia del Polo. De hecho, las primeras Caddy eran derivados comerciales realizados sobre la base del Polo. El aislamiento acústico del interior es correcto a velocidades legales. Es un poco peor que en los turismos de precio similar, pero no resulta molesto para viajar.
No se dispone de modos de conducción y en marcha el Caddy ofrece un buen confort, con un correcto balanceo de la carrocería en curvas. La comodidad de la suspensión es mayor cuando se circula con algo de carga. En vacío las reacciones son algo más secas. La agilidad en zonas de curvas es razonable y ofrece un buen aplomo a velocidades elevadas. Al ser bastante alta, la Caddy es sensible a las rachas de viento lateral, pero se controlan con facilidad. Su tamaño le permite desenvolverse sin problemas en la ciudad y para las maniobras de aparcamiento cuenta con los sensores de distancia delanteros y traseros, y la cámara de visión trasera.
El precio del Caddy Outdoor 2.0 TDI DSG es de 37.725 euros.
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