Land Rover Defender 90 D250 SE: versión de acceso a un todoterreno del siglo XXI

En el año 2020 llegaba al mercado la actual generación de Land Rover Defender, inicialmente en la variante 110 de 5 puertas. Ya no utiliza un chasis de largueros y travesaños como los Defender clásicos, sino que la estructura es monocasco como en los SUV, aunque está muy reforzado. Tras la variante 110 inicial, de 5 puertas y 4,76 metros de longitud, llegaba la 90 que mide 44 cm menos y se queda en 4,32 metros de largo. El Defender clásico era un todoterreno puro y duro, pensado como una herramienta de trabajo. Los detalles de confort eran secundarios y no digamos los de lujo. El Defender actual es un vehículo lujoso, con mucho equipamiento y tecnología, y muchísimo más confortable, pero también más caro. Hemos probado la versión 90 D250 SE, que es la más asequible de la gama Defender, y supera ligeramente los 80.000 euros. El Land Rover Defender 90 mide poco más de 4,3 metros, pero hay que sumarle los 26 cm de la rueda de repuesto que va sujeta en el portón trasero. A efectos prácticos, la longitud total es de 4,58 metros. El portón del maletero tiene apertura lateral y se necesita bastante espacio por detrás para poder abrirlo a tope. Además, el mando para abrirlo queda en la parte izquierda del vehículo, lejos de la acera y cerca de la calzada. Sería más cómodo que estuviera en el lado derecho y se abriera en el otro sentido. El maletero no es grande, con un volumen de 297 litros, aunque abatiendo los asientos traseros podemos cuadruplicar la capacidad de carga. El Land Rover Defender 90 cuenta con un motor turbodiésel de 3 litros de cilindrada, con 6 cilindros en línea y proporciona una potencia máxima de 250 CV. La caja de cambios es automática de 8 marchas y convertidor de par, e incluye marchas reductoras. Este Defender cuenta con un sistema de hibridación ligera, que se define por las siglas MHEV y le permite contar con la etiqueta ECO de la DGT. El sistema de impulsión incluye un pequeño motor eléctrico, alimentado por una batería de iones de litio que trabaja a 48V, que no puede mover el vehículo por sí solo, pero ayuda al motor turbodiésel en las salidas desde parado y aceleraciones. Su presencia contribuye a disminuir ligeramente los consumos. El Land Rover Defender es un todoterreno de verdad. Trae de serie tracción a las cuatro ruedas o 4×4 y el diferencial central es bloqueable. El peso supera las 2,3 toneladas, pero el vehículo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos y alcanzar los 188 km/h. El consumo medio homologado por Land Rover es de 8,6 litros/100 km y en nuestra prueba, con bastante autovía, ha sido de 9,2 litros/100 km. Esta cifra entra dentro de lo razonable para un vehículo de esta potencia, peso y dimensiones. La suspensión es de tipo multibrazo, con paralelogramo deformable, en ambos ejes y muelles helicoidales. Con esta suspensión la altura libre al suelo es de 22,5 cm. El Defender 90 puede llevar suspensión neumática, pero en la versión SE es una opción. Con la suspensión neumática puede alcanzar una altura libre al suelo que supera los 29 cm. Además, los ángulos de ataque, de salida, etc. son estupendos. Los distintos programas de funcionamiento del sistema de tracción están gestionados por el controlador Terrain Response. El Terrain Response está pensado para que conductores con poca experiencia en la conducción todoterreno lo tengan fácil, ya que solo tienen que elegir entre los distintos tipos de terreno que tienen que afrontar. El sistema ajusta de forma automática el funcionamiento del sistema de tracción, los frenos y las respuestas del motor y de la caja de cambios. Hay un programa de vadeo para cuando hay que atravesar un curso de agua. La profundidad máxima de vadeo es de 85 cm, aunque con la suspensión neumática llega a los 90 cm. El cuadro de instrumentos es una pantalla que proporciona mucha información y el salpicadero tiene un diseño robusto y práctico, con zonas de sujeción para el pasajero. Es un vehículo muy confortable y más fácil de conducir de lo que por su aspecto podría parecer. Hay que habituarse a su tamaño y peso, pero las reacciones son nobles y predecibles. Ofrece muy buenas prestaciones y un estupendo aplomo a velocidades elevadas, pero en curvas cerradas el balanceo de la carrocería es acusado y esto le resta agilidad. Si tenemos que afrontar una zona de curvas enlazadas, tendremos que bajar la velocidad para que no resulte incómodo el balanceo a cada lado. La ciudad no es su elemento, aunque ofrece buena visibilidad y cuenta con los sensores de distancia delanteros y traseros, y la cámara de marcha atrás con visión cenital. No gira mucho y hay que controlar la rueda de repuesto. Suscríbete a La 7 motor tv 👉 https://cutt.ly/CjuNeYq

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