El primer Mazda MX-5 se presentó al público en febrero de 1989, hace casi 34 años. La actual es la cuarta generación y se lanzó en 2015. El coche sigue fiel al concepto original, pero se ha adaptado a la realidad actual en todo lo referente a tecnología, seguridad y eficiencia. Es un coche más bien pequeño, con una longitud de 3,92 metros, y además es muy bajito, ya que tiene una altura de solo 1,23 m. La anchura se queda en los 1,74 m y las formas mezclan la fluidez con la agresividad. En el año 2019 Mazda introdujo cambios en los dos motores de gasolina disponibles, aunque mucho más profundos en el más potente de 2 litros de cilindrada. También aprovechó para mejorar los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción, y potenciar el equipamiento de serie. El propulsor más potente es atmosférico, tiene una cilindrada de 1.998 centímetros cúbicos, con cuatro cilindros en línea, 16 válvulas e inyección directa. La potencia máxima se obtiene a 7.000 rpm y el límite de revoluciones se ha situado en las 7.500 rpm, que son 700 rpm más que antes. El par de empuje también ha aumentado, pero mucho menos. Ha pasado de 200 a 205 Newton·metro, que se obtienen a 4.000 rpm. El cambio de marchas es manual, con 6 relaciones y la propulsión es a las ruedas traseras. El MX-5 probado puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 219 km/h. Mazda ha homologado un consumo combinado de 7,0 litros/100 km y en nuestra prueba hemos medido 6,8 litros/100 km. No es habitual que la media en condiciones reales sea inferior a la homologada y en este caso es algo menor. Nos parece un consumo razonable para un gasolina de esta potencia y prestaciones. Para 2022, Mazda ha ofrecido una versión especial, que se denomina Blue Cap Edition. El techo es de lona de color azul marino y el interior está tapizado en cuero color Terracota. También ha añadido a los sistema de seguridad activa del coche el KPC, que viene de «control automático de la posición». El KPC se ha diseñado en exclusiva para el MX-5 y se encarga de reducir el balanceo de la carrocería en curvas, especialmente las más lentas, para mejorar la estabilidad. La gestión electrónica controla las diferencias en la velocidad de giro de las ruedas posteriores y aplica el freno a la que está en la parte interior de la curva. El accionamiento de la capota es completamente manual, pero como es pequeña se maneja muy cómodamente. Con una sola mano se suelta un anclaje que tiene sobre el parabrisas y ya la podemos mover hacia atrás y enclavar detrás sin ningún problema. En el habitáculo no hay cambios de diseño, pero ahora la columna de la dirección cuenta con ajustes vertical y en profundidad, un equipamiento que es de serie y que agradecerán los conductores más altos. También se ha renovado la pantalla del sistema de infoentretenimiento, que es táctil y de 7” en la diagonal. Los gráficos tienen ahora mayor calidad y es compatible con Android Auto de Google y CarPlay de Apple. El asiento queda bastante bajo y la operación de entrar y salir requiere una cierta agilidad, sobre todo cuando la capota está puesta. El maletero tiene un volumen de 130 litros, que no es mucho. Además, el hueco de carga no es grande y queda relativamente alto. El interior no es demasiado amplio y además hay pocos espacios para guardar objetos. El coche está bien acabado y los materiales tienen buen aspecto. De serie se cuenta con los asientos calefactados, climatizador, arranque sin llave, control de crucero con limitador de velocidad, volante multifunción y navegador. El sistema de sonido es de Bose e incluye altavoces en los reposacabezas. Al estar muy cerca de los oídos vienen muy bien, sobre todo cuando circulamos descapotados. El cuadro de instrumentos es de corte clásico, con un reloj central de mayor tamaño donde se encuentra el cuentavueltas analógico, aunque tiene una pequeña pantalla digital donde se muestra la marcha insertada y la recomendación de cambio. A la derecha está el velocímetro, también analógico, y el reloj de la izquierda es una pantalla digital que ofrece varias informaciones, como el consumo medio, la autonomía, etc. El MX-5 es un coche prácticamente único en el mercado por su tamaño, planteamiento y precio. Es muy recomendable para aquellas personas a las que les guste conducir, ya sea a un ritmo elevado o en plan paseo tranquilo. La suspensión está muy bien diseñada y puesta a punto, el contenido peso está perfectamente distribuido entre los dos ejes y los frenos realizan bien su trabajo. Si a todo esto unimos una dirección rápida y precisa, es fácil entender que este coche puede ir muy rápido en zonas de curvas enlazadas. Los aspectos prácticos no son prioritarios en un coche de este enfoque. Es más importante la diversión al volante, las sensaciones deportivas y el poder disfrutar de un auténtico roadster clásico con el cielo como techo. Suscríbete a La 7 motor tv 👉 https://cutt.ly/CjuNeYq