Mercedes-Benz GLC 220d 4Matic: un SUV de calidad, pero caro

El GLC, es el SUV de tamaño medio de Mercedes-Benz. Esta es la segunda generación. No ha cambiado mucho estéticamente, pero ha mejorado en todos los aspectos.
Para crear este nuevo GLC, la marca de la estrella de tres puntas ha tomado como base el C Estate, la variante de carrocería familiar de los Clase C. Para un elevado porcentaje de usuarios el C Estate sería una opción más adecuada que el GLC, ya que no sacarán este SUV del asfalto para nada.
Incluso los que se planteen meterse alguna vez por caminos, tienen en el C All-Terrain 4Matic una opción más lógica. Pero los SUV están de moda y el GLC es un éxito de ventas para Mercedes-Benz.
El C Tourer es más adecuado para una inmensa mayoría de usuarios porque es más eficaz en asfalto, más seguro y consume menos. El GLC tiene una imagen más robusta y eso crea una falsa imagen de seguridad y los ocupantes van en una posición más elevada con lo que disfrutan de mejor visibilidad. Pero pesa más y tiene unas suspensiones con mayores recorridos. Esta combinación le resta agilidad y seguridad. Además, al ser más pesado y menos aerodinámico sus consumos son mayores.
El GLC mide 4,72 m de longitud, que son 6 cm más que en su antecesor. La altura es prácticamente la misma, solo 4 mm menos, y la anchura se mantiene invariable.
Para ser un SUV, el GLC tiene una aerodinámica bastante buena, con un coeficiente de penetración Cx de sólo 0,29. Ha conseguido superar en dos décimas a su antecesor, que tenía un Cx de 0,31.
La imagen tiene la robustez que se espera en este tipo de vehículos, con un potente frontal en el que destaca la estrella de la marca de gran tamaño. Hay protecciones en los laterales de la carrocería y en los pasos de rueda.
El mayor tamaño del coche y el voladizo trasero que es más grande benefician al maletero, que alcanza los 620 L de capacidad, que son 70 L más que en su antecesor. Si necesitamos más capacidad de carga podemos abatir los respaldos de los asientos traseros y más que duplicar la capacidad de carga.
Bajo el piso del maletero hay un hueco en el que se pueden colocar diversos objetos, aunque no se dispone de rueda de repuesto, sólo hay un kit de reparación para pinchazos.
El GLC 220d cuenta con un motor turbodiésel de 2 L de cilindrada y 4 cilindros en línea que proporciona una potencia máxima de 197 CV. Es un híbrido ligero, de modo que viene complementado por un motor eléctrico de 23 CV que ayuda al motor de combustión en ciertos momentos, se encarga de recuperar la energía en frenadas y deceleraciones y actúa también como motor de arranque y alternador.
La cifra de potencia máxima se obtiene a sólo 3.600 rpm y hay un notable par de empuje, con el máximo disponible a menos de 2.000 rpm.
El cambio es automático, de convertidor de par con 9 marchas.
El GLC cuenta con el sistema de tracción integral 4×4 inteligente que Mercedes llama 4Matic. En condiciones de buena adherencia y marcha normal el reparto del par de empuje es del 45% al eje delantero y del 55% al trasero. Este reparto va variando según las circunstancias de conducción para obtener una óptima distribución. La altura libre al suelo es de 17,9 cm con la suspensión normal.
El coche pesa justo 2 toneladas y puede acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos.
El consumo combinado homologado es de 5,2 L/100 km y en nuestra prueba el consumo medio ha sido de 6,2 L/100 km. Hemos recorrido algo más de 1.300 km, la mayoría en autovía con el conductor solo y poco equipaje. La cifra de consumo es superior a la oficial, pero sigue siendo un buen dato para un vehículo de este tamaño, peso y prestaciones.
El cuadro de instrumentos es una pantalla de gran calidad y 12,3”. En la consola central hay otra que tiene 11,9”, pero está en disposición vertical, de modo que parece una pantalla más grande. Funciona como una buena tablet. Ofrecen en ambos casos diferentes maneras de verlas y un montón de funciones.
Se ha mejorado la capacidad de diálogo y de aprendizaje del sistema de mando fónico Hey Mercedes, que está entre los mejores de la oferta actual.
Los materiales y acabados ofrecen una gran calidad percibida. Se nota que es un coche del segmento premium, pero tiene muchísimas cosas que son opcionales con sobreprecio.
Una vez en marcha, el GLC 220d combina con acierto el confort y la calidad de rodadura. Las reacciones son nobles y predecibles, de modo que inspira confianza desde un primer momento. El balanceo de la carrocería en curvas está bien controlado y la agilidad en zonas de curvas es bastante buena.
La suspensión filtra bien las irregularidades del firme, aunque no tan bien como en las berlinas de las clases superiores.
El GLC es un SUV y no se plantea como un todoterreno de verdad, pero puede circular sin problemas por caminos en mal estado y zonas de campo no muy complicadas.
El precio del Mercedes-Benz GLC 220d 4Matic es de 62.750 euros.
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