Mercedes-Benz GLC Coupé 200 4Matic: el SUV Coupé más barato de Mercedes

Los SUV son unos vehículos todoterreno descafeinados, más pensados para el asfalto que para el campo, aunque mantienen una apariencia robusta y potente. La llegada en diferentes marcas de las carrocerías coupé tiene como objetivo suavizar la imagen más bien cuadrada de los SUV y generar unas formas más fluidas. La clave del cambio en la imagen está en la caída del techo en la parte posterior, que es similar a la que tienen los automóviles coupé. Este tipo de carrocería está teniendo mucho éxito comercial. Los SUV Coupé son algo más caros, pero se venden mejor que los SUV de carrocería normal. La caída del techo en la parte posterior resta espacio de altura libre al techo para las cabezas a las plazas traseras y también se pierde algo de capacidad de maletero. Se pasa de los 600 litros que tiene el GLC normal a 545 que tiene el GLC Coupé. Se pierden 55 litros de capacidad de maletero, pero sigue siendo un buen maletero. Además, si abatimos los asientos traseros podemos casi triplicar el volumen de carga. Bajo el piso del maletero hay un hueco en el que se encuentra el kit para reparar pinchazos. No se cuenta con rueda de repuesto. La que está ahora a la venta es la segunda generación con esta configuración de carrocería coupé. Para ser un SUV tiene una aerodinámica muy buena, con un coeficiente de penetración aerodinámica Cx de 0,27. No es un coche pequeño, pues tiene una longitud de 4,77 metros y una anchura de 1,92 m. La altura no es destacable para ser un SUV y se queda en 1,61 m. Estamos probando la versión más asequible, que cuenta con un motor de gasolina de 2L. Dispone de hibridación ligera y consigue la etiqueta ECO. El motor cuenta con 4 cilindros en línea, inyección directa, turbocompresor e intercooler. Está colocado en posición longitudinal y proporciona 204 CV de potencia máxima y un buen par de empuje, que mantiene su valor máximo entre las 2.000 y 4.000 rpm. El motor eléctrico tiene una potencia de 23 CV y funciona a 48 V. Está alimentado por una batería de iones de litio y no puede mover el coche por sí solo. Su función es apoyar al motor de gasolina en momentos puntuales como arrancadas o aceleraciones. Este motor también actúa como generador y recarga la batería híbrida en frenadas y deceleraciones. El cambio es automático de 9 marchas y la tracción es a las cuatro ruedas de tipo inteligente, que Mercedes denomina 4Matic. Tras el volante hay unas levas que permiten realizar los cambios en modo manual-secuencial. El asiento del conductor es cómodo y ofrece una sujeción lateral muy buena. Cuenta con regulación electroneumática del apoyo lumbar. Hay además una buena plataforma donde colocar el pie izquierdo.El acceso a las plazas traseras es cómodo, pues los asientos quedan bastante altos. Hay una buena distancia longitudinal para las rodillas y una razonable altura libre al techo para las cabezas, aunque la presencia de la opción del techo panorámico de cristal resta altura libre al techo para las cabezas. Las plazas traseras cuentan con salidas de aire orientables del climatizador. Estas salidas disfrutan de regulación independiente de la temperatura. Hay también tomas USB tipo C. El esquema de suspensión es tipo multibrazo en ambos ejes. Una altura libre al suelo de casi 16 cm le permite salir del asfalto y abordar caminos en mal estado y pistas no muy complicadas. Hay un modo de conducción offroad que actúa sobre la respuesta de la suspensión, el control del ESP y la entrega de potencia por parte del motor. En carretera el coche pisa muy bien. Las reacciones son nobles y predecibles, con la agradable sensación de que conducimos una buena máquina. El aplomo a velocidades elevadas es muy bueno y se puede viajar con un notable confort de marcha.Por poco más de 4.000 euros podemos añadir el interesante “paquete de conducción dinámica”, que incluye la suspensión neumática y el eje trasero direccional. Con estos dos elementos aumenta el confort, la eficacia de marcha y la agilidad, pues el coche gira más y de forma más rápida. El salpicadero del GLC Coupé es prácticamente idéntico al del GLC convencional. Materiales y acabados ofrecen una elevada calidad percibida, de acuerdo a lo que se espera de un modelo que pertenece al segmento premium como este. El cuadro de instrumentos es una pantalla de 12,3 pulgadas que se puede ver de diferentes maneras. Aquí en la parte central y ligeramente orientada hacia el conductor tenemos la pantalla del sistema de infoentretenimiento que cuenta con 11,9 pulgadas y está dispuesta en vertical. El conductor puede elegir entre los modos de conducción Eco, Comfort, Sport y Offroad. Hay además uno personalizable, denominado Individual. Como es habitual en Mercedes-Benz la lista de equipamientos opcionales es muy larga y se ofrecen elementos muy exclusivos e interesantes, aunque no precisamente baratos.
El precio base del GLC 200 Coupé es de 65.205 euros.
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