La Royal Enfield Super Meteor 650 es una moto de imagen clásica y claro estilo custom. Está pensada para aquellos que no solo disfrutan del destino sino también del propio viaje. En el mercado español de las motocicletas las ventas de modelos con potencias por debajo de los 48 CV y aptos para el carnet A2 sin necesidad de limitación están creciendo. Tradicionalmente, las motos cruiser o custom han sido de gran cilindrada, pero la Meteor 350 ha sido un éxito de ventas y la marca decidió aumentar su oferta con la Super Meteor 650. Utiliza el motor mismo motor que estrenaron la Continental GT y la Interceptor 650, que se les conoce como Twins. El motor tiene dos cilindros idénticos que van en paralelo, se les puede considerar “gemelos” y eso es lo que significa twin en inglés.
Con una cilindrada de 648 cc., doble árbol de levas en la culata y 4 válvulas por cilindro, este propulsor cuenta con refrigeración mixta aire/aceite y está alimentado por inyección electrónica Bosch. El cigüeñal está forjado en una sola pieza y para minimizar las vibraciones se emplea un contrapeso accionado por un solo engranaje.
Proporciona una potencia máxima de 47 CV a 7.250 rpm y un buen par de empuje, con el valor máximo a 5.650 rpm. Cabe destacar la capacidad del motor para ofrecer empuje desde bajo régimen, ya que ofrece el 80% del par máximo a solo 2.500 rpm.
La caja de cambios es de 6 marchas. La palanca es de tipo punta-tacón y está en posición adelantada.
El embrague es multidisco en baño de aceite y cuenta con un sistema antirrebote que evita bloqueos cuando reducimos marchas a regímenes elevados. El accionamiento de la maneta es bastante suave.
La estética de la moto respeta los cánones del mundo custom, con abundancia de cromados, un depósito de gran tamaño en forma de lágrima y un asiento a dos alturas. El peso en orden de marcha de la Super Meteor es de 241 kg y el depósito de combustible tiene una capacidad de 15,7 litros. En nuestra prueba, con el depósito lleno hicimos 280 km y se encendió la luz de reserva. Al mismo tiempo parpadeaba el último tramo del indicador de combustible. Calculamos un consumo medio de 4,3 litros/100 km. La imagen de la moto es clásica, pero incluye detalles modernos, como una instrumentación formada por una pantalla 50% analógica y 50% digital. La esfera principal muestra un velocímetro analógico en su parte exterior y en el interior hay una pantalla LCD.
Una segunda pantalla de menor tamaño situada a la derecha incorpora un sencillo dispositivo de navegación TBT del inglés Turn-By-Turn que podemos traducir por: “giro a giro”. Se ha desarrollado en colaboración con Google y muestra las indicaciones una vez se ha sincronizado con nuestro teléfono móvil mediante Bluetooth. El propulsor está anclado a un chasis tubular de acero, desarrollado específicamente para este modelo, con la intención de ofrecer estabilidad y confort en viajes largos. De la suspensión delantera se encarga a una horquilla invertida con barras de 43 mm de diámetro. El basculante es de doble brazo y está realizado en acero. De la suspensión trasera se encargan dos amortiguadores ajustables en precarga en cinco posiciones. Para la frenada se cuenta un disco delantero de 320 mm de diámetro. Está mordido por una pinza flotante de dos pistones suministrada por ByBre. El disco trasero es de 300 mm de diámetro y también está mordido por una por una pinza flotante ByBre de dos pistones. Las llantas tienen 10 brazos, están pintadas en color negro y tienen 19” de diámetro en la delantera y 16” de diámetro en la trasera. El asiento está a solo 74 cm del suelo, de modo que usuarios que estén incluso por debajo del 1,70 m de alto van a llegar sin problemas con los dos pies al suelo. El asiento del conductor tiene un diseño afilado por delante y muy redondo por detrás y resulta bastante cómodo. El del acompañante es bastante más pequeño. No es que sea incómodo, pero es estrecho y tiene unas asas para sujetarse justo encima de los amortiguadores. El acompañante tiene una banda de sujeción en el asiento, prácticamente inservible, y las asas sobre los amortiguadores resultan bastante incómodas. La postura de conducción estilo custom con los estribos adelantados tiene sus adeptos y puede resultar cómoda para viajar, pero no ofrece protección frente al viento o la lluvia. Además, hace que cueste un poco más meter la moto en las curvas. Tampoco es fácil subirse a los estribos para evitar el golpe en la espalda de baches y resaltos.
Los largos escapes cromados son indispensables en una custom y proporcionan un sonido potente, pero hay que tener cuidado con ellos y no tocarlos pues pueden quemar.
Se trata de una moto pensada para motoristas a los que les gusta rodar a ritmos tranquilos disfrutando de los paisajes y del sonido que emiten los dos escapes del motor.
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